De acuerdo a los comunitarios, al no ceder ante presiones para destituir al correcto oficial, la jefatura de la Policía y el ministerio Público evitan que se concrete una injusticia que conllevaría también la perdida de la tranquilidad en la zona.
El periodista Johnny Arrendel, portavoz de habitantes de Invivienda, Los Mameyes, Ensanche Isabelita, Villa Carmen, Urbanización Italia, El Pensador, La Esperanza, Hainamosa y otros sectores, ponderó la labor del escuadrón policial.
Explico que sectores interesados tramaron el traslado de Peralta Plasencia, conscientes de que les resulta imposible manipular su actuación al frente de la Unidad Antirruidos
Arrendel indicó, empero, que enterados de los planes, decenas de personas hicieron llegar ante el Fiscal de la Provincia Santo Domingo, Perfecto Acosta, su respaldo al oficial, "quien frenó el despropósito".
"Ante el injustificado traslado, dispuesto por un general policial, el fiscal Acosta corroboró la buena conducta de Peralta, y tras comunicarse con el jefe policial, Rafael Guillermo Guzmán Fermín, le confirmaron en el puesto", subrayó Arrendel.
Bajo el mando de Peralta Plasencia, la Unidad Antirruidos ha logrado controlar los escándalos de colmadones, vehículos, establecimientos comerciales, fabricas de bloques y alarmas contra robos sobre sensibilizadas.
Incluso, la mitigación de la contaminación auditiva en la avenida Venezuela, considerada la meca de la diversión licenciosa en la zona, ha sido reducida y ese trabajo elogiado incluso por turistas extranjeros.
Familias de los sectores enumerados sostienen que la labor preventiva de la Unidad ha evitado tragedias, ya que los generadores de ruidos en muchas ocasiones reaccionan de manera violenta cuando sus victimas les llaman la atención.
En tal sentido, resaltaron la prontitud con la que el equipo policial responde a los llamados, y que una vez detectada la violación, mediante medidores de decibeles, utilizan en primer lugar los métodos persuasivos para resolverla.
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