Revolución entre las parejas de Hollywood, encabezada por Brad Pitt y Angelina Jolie. El romance más perfecto del famoseo internacional se ha acabado, debido al egoísmo de la intérprete. Según informa la revista 'In Touch', Angelina había prometido hacer un paréntesis en su carrera para dedicar más tiempo a su prole y a su chico, pero aceptó rodar 'Salt' y dejó a Brad solo ocupándose de su media docena de hijos. Cansado de tener que adaptarse siempre a los deseos de su novia, el protagonista de 'Malditos bastardos' hizo las maletas y abandonó la mansión que los dos compraron en Francia. Al parecer, una fuerte discusión desencadenó la ruptura, precedida de una crisis que podría haber durado más de un año. Además del exceso de trabajo y de la falta de intimidad, los medios de comunicación apuntan que la obsesión de Angelina Jolie por seguir adoptando niños desesperaba a Brad Pitt, que creía una locura aumentar la familia cuando apenas podían estar con sus pequeños. Pero muchos medios aseguran que el actor no es tan modoso como lo pintan y afirman que fue una infidelidad de él con una de las niñeras de sus hijos la que desencadenó los problemas en la pareja.
Sean Penn y Robin Wright han protagonizado también esta semana la crónica de otra separación anunciada. El matrimonio ha iniciado los trámites de divorcio, tras trece años de continuos altibajos y una ruptura temporal a finales de 2007. Fue el intérprete de 'Mi nombre es Harvey Milk' quien tomó la iniciativa y presentó la querella el pasado viernes, alegando, de acuerdo con la web 'Contactmusic', "diferencias irreconciliables" con 'La princesa prometida'. Penn ha pedido al juez que determine cuanto antes las condiciones del divorcio, lo que ha llevado a muchos a pensar que quiera rehacer su vida con otra mujer. De hecho, durante su primer distanciamiento con Wright, el actor acudió a la gala de los Oscar con la modelo Petra Nemcova, con la que se dejó ver muy acaramelado en otros actos públicos. También se especula con que Sean Penn intente evitar que Robin Wright utilice sus infidelidades en el proceso de divorcio, que se presenta, a priori, complicado para su ex mujer, ya que el oscarizado actor ha pedido que no haya compensación económica ni pensión alimenticia para ella. Además, Penn quiere la custodia legal y de manera conjunta de sus dos hijos, Dylan, de 18 años, y Hopper Jack, de 15.
Mientras unas estrellas de Hollywood se separan, otras se casan por segunda vez. Salma Hayek y el multimillonario Henri Pinault reunieron el pasado fin de semana a familiares, amigos y colegas en Venecia, donde celebraron un enlace religioso por todo lo alto tras contraer matrimonio civil hace unas semanas en una boda íntima. Para la ceremonia, que tuvo lugar en el Palazzo Grassi, la actriz mexicana escogió un traje de Balenciaga, firmado por Nicholas Ghesquière, y lució un moño adornado con el tradicional velo. Completaba el conjunto un espectacular ramo confeccionado con orquídeas, jazmines y cuentas de cristal. La hija de Salma y Henri, Valentina Paloma, de 20 meses de edad, compartió con sus hermanastros, François y Mathilde, la responsabilidad de ejercer de dama de honor. Tras el enlace, los novios y todos los invitados se trasladaron al Teatro La Fenice, al que llegaron en barco y portando las tradicionales máscaras. Allí degustaron una cena servida por el cocinero español José Andrés y bailaron hasta altas horas de la madrugada, cuando se pudo captar la imagen de Javier Bardem y Penélope Cruz, gran amiga de Salma Hayek, abandonando el teatro en una lancha. La pareja se decidió a asistir junta a este acontecimiento, algo poco usual, animados quizá por las fuertes medidas de seguridad que la novia impuso durante todo el evento.
En España, la visita oficial del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y su esposa, la cantante y modelo Carla Bruni, ha acaparado la atención de la prensa. Sin embargo, el duelo de glamour entre la italo-francesa y doña Letizia Ortiz consiguió eclipsar al mediático Sarkozy. La primera dama gala y la princesa de Asturias concidieron en un almuerzo que los Reyes y los Príncipes celebraron en honor al mandatario francés. Los periodistas se arremolinaron ante las escaleras de La Zarzuela para captar el encuentro entre las dos jóvenes, cuyo estilo es admirado en todo el mundo. Doña Carla y doña Letizia se saludaron con dos besos y charlaron animadamente, conversación que seguramente continuarían durante la comida. La asturiana eligió para la ocasión un vestido entallado y con jaretas de color burdeos, combinado con sus ya habituales altísimos tacones, en esta ocasión de color frambuesa. Por su parte, Carla Bruni se decantó por un vestido azul de Christian Dior, conjuntado con zapatos de tacón del mismo color -en sustitución de sus eternas bailarinas planas- y un pequeño bolso. Las dos empataron en belleza y elegancia, pero Bruni se anotó la victoria esa misma noche en la cena de gala. Su sencillo e insinuante vestido de Dior, largo, de terciopelo azul y con la espalda en "V", se convirtió en favorito frente al ostensoso Lorenzo Caprile reformado que Letizia había lucido ya en la cena de gala previa a su boda. Tampoco pasó desapercibido el breve saludo en la escalinata de La Moncloa entre Sonsoles Espinosa y Carla Bruni, que logró que la discreta esposa del presidente Zapatero posara ante las cámaras antes de su almuerzo privado.
Finalmente, los medios se han hecho eco de una impactante noticia protagonizada por una cara poco habitual en la prensa rosa. El pasado miércoles se publicó que el día anterior Lydia Bosch había presentado una denuncia contra su marido, el arquitecto Alberto Martín, por abusos sexuales a una menor que estaba bajo tutela de la actriz. Con motivo de esta denuncia, Martín fue detenido el mismo martes y pasó la noche en los calabozos de la comisaría de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Tras prestar declaración, la juez acordó su puesta en libertad sin medidas cautelares y denegó la solicitud de alejamiento que reclamaba la actriz. Según las informaciones, la menor de la que se hablaba podría ser la hija que Bosch tuvo con su anterior pareja, Micky Molina, y que ahora tiene 17 años. Ante la gravedad de los hechos, la abogada de Lydia Bosch hizo público un comunicado el jueves en el que confirmaba la presentación de la denuncia y desvelaba que la intérprete había pedido el divorcio. En la nota, que no aclara la identidad de la menor, se destaca también que Alberto Martín fue puesto en libertad provisional y que tendrá que comparecer los días 1 de cada mes ante el juzgado. Finalmente, la letrada pide respeto para Lydia, que siempre ha mantenido una discreción absoluta en torno a su vida privada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario