Juancito entra a la historia como el primer alcalde reelecto en SDE

Podría estar sentando las bases para unas aspiraciones presidenciales

Por Robert Vargas /Perspectiva

Santo Domingo Este.- El alcalde Juan de los Santos reasume hoy el cargo, esta vez por seis años, en la continuación de una fulgurante carrera política, a la que llegó "con el pie derecho" de la mano de Danilo Medina, tras abandonar a sus antiguos amigos del Partido Revolucionario Dominicano, a quienes enlazó a través de Fello Suberví, el hombre que siempre ha querido ser presidente del país y nunca lo ha logrado.

El nuevo juramento de de los Santos, esta vez ante la Presidenta de la Junta Municipal Electoral, Crecencia Suero, lo hará ingresar en la historia dominicana como el primer alcalde de Santo Domingo Este que gobierna la ciudad en dos períodos consecutivos, y en el primero que lo gobernará durante seis años.

Ingresado al PLD a principio de Siglo XXI y adornado con un carisma que lo hace agradable a la juventud, a las mujeres y a los niños, de los Santos recaló en esa organización hasta superar con creces en popularidad e influencia a centenares de peledeístas ortodoxos quienes, para adquirir la categoría de militantes y dirigentes políticos se vieron precisados a ir a unos círculos de estudios para adquirir formación y política, vender bonos para financiar el partido y hasta vender periódicos Vanguardia del Pueblo.

Juancito, como se le conoce popularmente, no tuvo que hacer nada de eso para conquistar su militancia y, de allí, convertirse en diputado (2002-2006), acurrucado bajo la sombra del entonces poderoso Danilo Medina.

Respaldado por una inmensa fortuna económica, de monto no precisado y amasada en base a su red nacional de bancas de apuestas "Juanxcito Sport", de los Santos, dotado de una engañosa apariencia de fragilidad adquirió cada día más poder en el PLD, llegando, en el año 2006, a doblegar a Domingo Jiménez, considerado hasta ahora el más brillante de los concejales que ha tenido el PLD en el ASDE, y quien aspiraba ser electo alcalde de este municipio.

A Jiménez no le fue suficiente su cercanía con el ya fallecido líder del PLD, Juan Bosch, ni su conocimiento de la doctrina morada. De los Santos, con su poder económico, su carisma, su popularidad, y el entonces avasallante poder de Danilo Medina, obligó a Jiménez a renunciar a sus aspiraciones para cederle el paso a este chico criado en Villa Duarte, con sus raíces en la línea noroeste, tierra de apostadores a la suerte.

Amparado en una bien orquestada campaña electoral que lo presentó como un gerente capaz de afrontar las necesidades del municipio, Juancito derrotó con facilidad al alcalde perredeísta Domingo Batista, un hombre de apariencia tosca, de corto hablar, pero sagaz y astuto.

Sin embargo, esa sagacidad y esa astucia que lo sacaron del anonimato para convertirlo en el primer alcalde de Santo Domingo Este, (2002-2006), fueron insuficientes para competir con éxito contra "Juancito", a quien, el 16 de agosto del año 2006 se vio precisado a traspasarle el mando de un municipio, que le entregaba desbordado por miles de toneladas de basura.

Su primer gran desafío fue limpiar de desperdicios el municipio, cuyas calles estaban afectadas de un olor fétido por la basura descompuesta. En poco tiempo logró la hazaña de liberar a la población de la posibilidad de ser afectada por epidemias, mientras su antecesor entraba a la historia, no ya solo como el primer alcalde del municipio Santo Domingo Este, sino también como el primero que entregó la ciudad afectada de una severa crisis sanitaria por la masiva acumulación de desperdicios.

La rápida limpieza del municipio por "Juancito" amplificó su imagen de gerente y catapultó su popularidad.

Sin embargo, no todo ha sido rosas en el jardín del alcalde.

También ha tenido sus espinas.

Espinas punzantes y cortantes representadas en agudos cuestionamientos a su gestión tras contratar a una empresa recolectora de desperdicios, (SEHISA), en condiciones no claras que motivaron una reacción de la opinión pública que le cuestionó.

Así, en los primeros meses de su gestión, de los Santos debió dedicarse, además de limpiar el municipio, a hacer aclaraciones sobre sus presuntos vínculos con SEHISA, siempre denunciados por sus adversarios, pero nunca demostrados.

Posteriormente, de los Santos se dedicó con firmeza y paciencia a demoler las ejecutorias de su predecesor y a borrar de la memoria de los habitantes del municipio la obra de gobierno municipal de Batista construyendo parques, que no denomina así, sino "Centros de Integración Familiar".

Sin embargo, la política de inversiones en esas obras y otras de alto interés municipal, dieron origen a severos cuestionamientos por parte de al menos un regidor, Juan Cruz Triffolio, un aliado al Partido de la Liberación Dominicana, que a lo largo de los cuatro años de gestión de Juancito mantuvo una implacable línea de críticas demoledoras y de denuncias de las presuntas sobre valoraciones de las obras municipales.

Sus constantes y persistentes denuncias sobre corrupción administrativa, no impidieron que Juancito pudiera lograr ser electo candidato a la reelección, venciendo con facilidad a Eladio Martínez, el ex gobernador de la Provincia Santo Domingo, que tras ser vencido denunció que fue victima de un fraude no demostrado.

En la campaña interna de su partido, camino de la reelección, dejó en el camino a adversarios de la talla de Domingo Páez y Tony Herrera, a quienes hizo morder el polvo de la derrota.

En sus primeros cuatro años de gestión, de los Santos no tuvo mayores contratiempos con la bancada opositora del Partido Revolucionario Dominicano, sino con una parte de los concejales de su propio Partido de la Liberación Dominicana, que muchas veces actuaron más como opositores, y otras como "sello gomígrafo” de la administración.

A pesar de las contradicciones internas y, las frecuentes denuncias sobre presunta corrupción, Juancito ganó con facilidad la reelección venciendo en las urnas a Tonty Rutinel Domínguez, el candidato a la alcaldía del PRD.

Tonty se quedó con las ganas de "meter presos" a los colaboradores de Juancito y, eventualmente, al alcalde, al sucumbir en las urnas ante el poderío de de los Santos, contra quien hizo campaña electoral, sin recursos, y utilizando una guagüita anunciadora sobre la cual llevaba cuatro bocinas del tipo campana.

Hoy, cuando jure de nuevo servir al municipio más grande del país, del que promete seará el más limpio y más organizado de la República Dominicana, Juancito estará inaugurando una nueva etapa de su vida en la que, eventualmente, estarían sentando las bases para unas futuras aspiraciones presidenciales .