Vista general de los regidoers en el acto solemne.Santo Domingo Este.- A una semana de haber transcurrrido la toma de posesión, la mayoría de los concejales del PRD siguen furiosos al considerar que fue "un irrespeto" para su investidura la forma en que fueron reunidos los nuevos funcionarios y la multitud de empleados e invitados especiales en los salones del Hotel Aurorara del Sol.
Amado Díaz, vocero de la bancada del PRD, y Robert Arias, han lanzado duras críticas a la organización del acto solemne, donde las nuevas autoridades uy los invitados estaban sentados pegados unos junto a los otros y en medio de un creciente calor.
-"Eso fue un abuso, una desconsideración", consideraron Díaz y Arias, quienes sintieron que, con la organización de ese acto, se pretendió demostrar el supuesto desprecio que el alcalde Juan de los Santos siente por los concejales.
Arias precisó que ese "desprecio" también se habría expresado cuando el alcalde llegó "muy tarde" a una reunión a la que había invitado a la bancada opositora.
El salón rentado para la ceremonia solemne en la que el síndico, la vicesíndica y los concejales asumieron sus respectivos cargos estaba desbordado por la multitud y las localidades estabab todas ocupadfas y en extremo pegadas, lo que sugería un ambiente de hacinamiento.
La ley municipal ordena que esa ceremonia sea realizada en la sede de la Sala Capitular, pero esta es peor aún debido a sus estrechas dimensiones.
La anterior ceremonia de toma de posesión, en el año 2006, fue realizada en el Club Para Oficiales de la Marina de Guerra de Sans Soucí.
Así tomó posesión Juancito el 16 de agosto de 2006.
El del pasado 16 de mayo careció de elegancia y el síndico y la vicesíndica juraron los cargos de espalda al público.
En el año 2006 lo hicieron de frente al público y los concejales.
La engorrosa situación vivida el 16 de agosto pasado reveló la necesidad de que el ASDE se imponga la tarea de construir su propio Palacio Muinicipal, con salones en los que puedan ser realizadas este tipo de actividades.
Robert Arias y Amado Díaz dijeron que se sintieron "tan humillados" que prefirieron almorzar en otro lugar y no participar del almuerzo que les ofreció el alcalde.
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