MADRID.- El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió hoy un "esfuerzo colectivo" para salir de la peor crisis que ha sufrido España, en un discurso criticado porla mayoría de los grupos parlamentarios y descalificado por el jefe de la oposición conservadora, Mariano Rajoy, que pidió elecciones anticipadas.
En el gran debate parlamentario anual sobre el Estado de la Nación, Zapatero reconoció que éste ha sido un año "duro", y desgranó durante una hora las medidas adoptadas para atajar la
crisis y tranquilizar a los mercados financieros, que en mayo
alimentaron las dudas sobre la solvencia de España.
Según el jefe del Ejecutivo, pese al marco negativo de la crisis,la economía española podría crecer de nuevo en el segundo trimestre, aunque sería de forma débil y sometida a diversos riesgos. En el
primer trimestre se produjo un crecimiento del 0,1 por ciento delPIB.
Las previsiones gubernamentales indican que la economía se contraerá el 0,3 por ciento en 2010, pero con crecimientos intertrimestrales "neutros o positivos".
España entró en recesión tras el derrumbe del sector inmobiliario, motor económico de la última década, y al ser alcanzada por la crisis económica internacional.
El jefe del Ejecutivo alertó de que el país se encuentra "en un momento crucial para su futuro", ya que la crisis "nos ha situado en una encrucijada" que obliga a culminar las reformas y la transformación del modelo económico cuanto antes.
Para ello se comprometió "a mantener a rajatabla el compromiso con la reducción del déficit y la austeridad fiscal", además de culminar las reformas emprendidas: del sistema financiero, del
sistema laboral, el sistema de pensiones y la de diversos sectoresvinculados a la productividad.
En este punto, Zapatero aludió "a la responsabilidad" de los grupos parlamentarios y a aquellos "que aspiran a gobernar este país", en referencia al conservador Partido Popular (PP), el
principal de la oposición, para reclamarles su apoyo.
"Es el momento decisivo para engancharnos definitivamente al grupo de países al que siempre hemos querido pertenecer. Podemos negarnos a acometer esta modernización y correr el riesgo de
languidecer, de quedarnos descolgados", señaló.
También adelantó que los Presupuestos Generales del Estado para 2011 requerirán más esfuerzos de los ciudadanos.
El debate sobre los presupuestos será un momento crítico para el Gobierno de Zapatero que no tiene la mayoría absoluta en el Parlamento y necesitará el apoyo de otros grupos, con los que ahora
no cuenta.
La falta de apoyos quedó de manifiesto en las primeras reaccionesde los demás grupos a su discurso, que, con la única excepción del Socialista, fue negativa.
El líder 'popular', Mariano Rajoy, que perdió dos veces las elecciones frente a Zapatero y a quien las encuestas sitúan ahora por delante en la intención de voto, reprochó al jefe del Ejecutivo
que tardara tanto en actuar para atajar la crisis, lo que en su opinión causó la pérdida de 700.000 puestos de trabajo en doce meses y el cierre de 35.687 empresas.
Tras presentarse como "alternativa" de Gobierno, le acusó de ser la principal causa de la desconfianza hacia España.
"Su reino es la incertidumbre y de ella emana ese caudal de desconfianza" que se ha convertido en el principal problema de la economía de España, señaló, para sostener que "no es España la que
inspira desconfianza, no está en cuestión la solvencia de España,sino la de su administrador".
En este contexto afirmó que España puede salir de la crisis pero
no con Rodríguez Zapatero, y le pidió que convoque elecciones
anticipadas, porque "su tiempo se ha agotado".
Los nacionalistas catalanes de CiU, a través de su portavoz parlamentario, Josep Antoni Duran Lleida, consideraron la intervención de Zapatero "floja y completamente alejada de la
realidad del país".
"Está en otra galaxia", afirmó Duran, mientras que para el portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Josu Erkoreka, Zapatero hizo "una descripción totalmente irreconocible de la
realidad".
Los demás partidos minoritarios que completan el Congreso español también valoraron de forma negativa el discurso de Zapatero, quien según Gaspar Llamazares, de Izquierda Unida, se ha pasado "al
terreno de la derecha".
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