Santo Domingo RD.- Una testigo cargo del Ministerio Público, Mercedes Carvajal, padeció hoy un pre infarto cuando sería sometida a un contra interrogarorio por el letrado William Garabito, durante la tercera jornada del juicio de fondo del Caso Paya, tras lo cual el tribunal decidió reenviar la causa para el próximo día diez de agosto a las 9.00 am.
Carvajal, una mujer campesina, que ni siquiera pudo decir al tribunal su edad, porque no la conoce, quedó practicamente muda cuando Garabito apenas iniciava el contrainterrogatorio y le preguntó cuánto tiempo hace que reside en su nueva vivienda.
La mujer no pudo articular palabras mientras miraba anhelante a los fiscales, de quienes consideera que son quienes la defienden.
Tras quedar casi muda, fue necesario que el tribunal dispusiera un receso de unos diez minutos hasta que la dama se recuperara, pero minutos después comenzó a sentir un fuerte dolor en el pecho, el que intentaba apretarse con la palma de las manos.
De inmediato, la seguridad de la Fiscalía caminó con ella hasta la parte frontal del edificio del Palacio de Justicia y una vez allí, la anciana se desplomó por lo que militares y policías se vieron precisados a cargarla en sus brazos y a correr con ella hasta llegar a la clínica Abréu, donde la ingresaron en la sala de urgencias.
-"Parece que se trata de un pre infarto", sugirió una persona que salió de la Sala de Emergencias.
Carvajal es la mujer que, junto a su esposo, tan anciano como ella, residía en la vivienda en la que vivían los siete colombianos que fueron asesinados a balazos la noche del cuatro de agosto de 2008 por siete hombres que dijeron actuar a nombre de la Dirección nacional de Control de Drogas.
Nacida y criada en el campo, lejos de las cámaras, los tribunales y las discusiones de abogados y fiscales, Carvajal se vio sometida a la presión del escenario apenas comenzó a declarar ante el interrogatorio del Ministerio Público, que trató de inducir sus respuestas en múltiples ocasiones, lo que fue impedido por audaces observaciones de dos defesores públicos que se estrenan en el tribunal en representación de los imputados Sánchez Piña y Tapia Balbuena.
Carvajal narró la forma en que llegaron a la residencia de paya los siete hombres vestidos de negro en dos vehículos, uno de ellos una jjepeta "Prado".
Explicó la forma en que los supuestos agentes antidrogas se llevaron a los colombianos y la forma en que le ataron las manos a la espalda antes de dejarla abandonada con la orden de "no mirar hacia atrás", la que obedeció, según dijo.
Cuando tocó el turno comenzar a preguntar a los defensores técnicos de los imputados, Carvajal quedó muda sin poder decir ni una sola palabra más y terminó en la sala de urgencias del hospital.
La próxima semana, si ya se ha recuperado, deberá comparecer de nuevo ante el tribunal para someterse al contrainterrogatorio.
garabito, de su lado, planteó que si ella no puede ser contrainterrogada, su testimonio no debe tomarse en cuenta para fines de la sentencia final, lo que el ministerio público definió como "un chiste".
El día diez de agosto su esposo también deberá presentarse para dar su versión de los hechos del caso Paya, que acabó con la tranquilidad de la comunidad de Ojo de Agua, en Paya, Baní.
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