Santo Domingo Este: "Una patrulla de la Policía mató a dos miembros de la banda de Guillermo Rubirosa Fermín en un intercambio de disparos esta madrugada, cuando los delincuentes se proponían asaltar a un empresario de la zona".
"Los abatidos son unos tales Patiño y Joselito, unos reconocidos asaltantes que eran buscados por la Policía tras recibir denuncias de que habían participado en los asesinatos de cinco personas, entre estos dos empresarios de La Vega, uno en la capital y dos en Barahona, según dijeron las autoridades".
"La Policía dijo que le ocupó a los miembros de la banda de Rubirosa Fermín dos pistolas y una escopeta con las numeraciones limadas, y un automóvil que había sido robado en enero pasado en Nagua".
"El jefe de la Policía advirtió a Rubirosa Fermín que debe entregarse para evitar más derramamiento de sangre".
"Durante los últimos seis meses 15 miembros de la banda han caido abatidos en intercambios de disparos con la policía".
Los párrafos anteriores pudieron pertenecer, perfectamente, una crónica policial escrita por allá por la segunda mitad de la década de los años ´70 del pasado siglo.
Eran tiempos en que todas las personas que eran asesinadas por la Policia en "intercambios de disparos" pertenecían a la "banda de Rubirosa Fermín".
No había semana en la que los periódicos, sobre todo los vespertinos El Nacional, La Noticia y Ultima Hora no trajeran en la portada el cuerpo ensangrentado de alguno de esos "delincuentes" de la "banda de Rubirosa Fermín".
De este se comentaba que era un opositor que habría recurrido al uso de las armas para enfrentar al gobierno de Joaquín Balaguer.
En círculos de izquierda se le conocía por haber militado en algunas agrupaciones revolucionarias y a partir de las cuales formó una agrupación de guerrilla urbana a la que denominó "Movimiento de Liberación Nacional Los Trinitarios", que organizó a sus miembros "de tres en tres".
Alrededor de "Los Trinitarios" y de "Rubirosa Fermín" la Policía, con la colaboración de la prensa, crearon una leyenda de elementos rudos, criminales, asesinos que tenían que ser abatidos todos, sin contemplaciones.
Por eso, con frecuencia eran abatidos esos malvados "Trinitarios".
Ya la gente hasta aplaudía los asesinatos que la Policía cometía contra "Los Trinitarios".
Esos aplausos se extendían hasta que, cualquier día, la policía asesinaba a un vecino de barrio y decía que esa nueva víctima era "un peligroso miembro de la Banda de Rubirosa Fermín".
Entonces, los parientes iban a los medios de comunicación a reclamar que "limpien el nombre de ese muchacho, él no eran miembro de esa banda. La policía lo acribilló".
A pesar de las protestas y las aclaraciones, nadie podía devolver a la vida a ese u otros vecinos muertos en condiciones similares.
La matanza continuó hasta que un día, Rubirosa Fermín, junto a otros dos guerrilleros, fueron acribillados por la PN en San Pedro de Macorís.
No se porqué, pero ahora, en el año 2010, presiento que muchas de las personas que la policía matará en las calles en "intercambios de disparos", probablemente sean "sicarios", a lo mejor al servicio de la banda de Figueroa Agosto.
Es solo un presentimiento, nada más. Ustedes saben, cosas de viejos.
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