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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Movimiento Caamañista plantea nuevo modelo eléctrico para eliminar apagones

Por: Julio Benzant

Santo Domingo RD.-El Movimiento Caamañista planteó hoy miercoles la necesidad de instalar un nuevo modelo eléctrico en el país, como forma de soluciónar el problema de los apagones.

En rueda de prensa, explicarón que este modelo debe ser basado en el carácter público y social del sector energía, reduciendo así el clientelismo y la corrupción.

Según esta organización de izquierda “La privatización impuesta por el Banco Mundial y el FMI, impulsada por Leonel Fernández y aceptada por la cúpula del PRD, fracasó totalmente.

Narciso Isa Conde, Coordinador del Movimiento Caamañista, dijo que a diez años de haberse realizada la “venta” de la CDE, los privatizadores no han podido exhibir el logro de un sólo de los objetivos prometidos para justificar el despojo de ese patrimonio al pueblo dominicano.

“Las esperadas inversiones para el sector nunca llegaron y la supuesta recapitalización fue financiada con aumentos de tarifas en medio de un gran atraso tecnológico. Actualmente el precio del kilovatio/hora es de US$ 0.26, muy por encima del vigente en resto de los países del continente que oscila entre los US$ 0.10 y US$ 0.15", indicó Isa Conde.

Además, el subsidio al sector se ha elevado considerablemente pasando de 180.0 millones de pesos en 2000 a 19 mil millones de pesos en este año.

Según Isa Conde, la gestión privada ha sido ineficiente, obligando a la recompra de las empresas distribuidoras quebradas a un precio mayor del que se habían “vendido”.Por ejemplo, la acciones de EDENORTE- EDESUR Y EDEESTE fueron “vendidas” por el Estado por 321.2 millones de dólares y luego recompradas por la suma de 907 millones de dólares.

Explicó que además de eso, el servicio sigue siendo tan precario que hasta el Palacio Nacional sufre apagones, mientras las tarifas aumentan y las facturas se disparan a niveles insoportables.

Por tanto, el Movimiento Caamañista, solicitó la desprivatización del sistema eléctrico para que sea concebido como un servicio público y un deber del Estado, a través de un nuevo modelo de propiedad, tecnología y gestión que garantice el cese de los apagones.

Para lograr el fin de los apagones, los Caamañistas plantean, eliminar los contratos leoninos con las generadoras privadas, bajar los costos de operaciones mediante una restructuración tecnológica y administrativa; y la integración vertical y horizontalmente el sector.


A continuación el documento con la propuesta del Movimiento Caamañista:

La privatización impuesta por el Banco Mundial y el FMI, impulsada por Leonel Fernández y aceptada por la cúpula del PRD, fracasó después de haberse deteriorado el estatismo clientelista y corrompido que rigió el sector eléctrico nacional durante 35 años después de la tiranía de Trujillo.

A diez años de haberse realizado la “venta” de las acciones de la CDE, los privatizadores no han podido exhibir el logro de un solo de los objetivos prometidos para justificar el despojo de ese patrimonio al pueblo dominicano. Veamos:

· Las esperadas inversiones para el sector no llegaron. La tímida recapitalización fue financiada con aumentos de tarifas en medio de un gran atraso tecnológico. El precio del kilovatio/hora es de US$ 0.26, muy por encima del vigente en resto de los países del continente que oscila entre los US$ 0.10 y US$ 0.15

· El subsidio al sector, que para el año 2000 era en promedio 180.0 millones de pesos, equivalentes a 11.1 millones de dólares, para este año se proyecta en 700.0 millones de dólares, que a la tasa actual alcanza la suma de 19 mil millones de pesos.

· En vez de crear un mercado energético competitivo, la privatización transformó un monopolio estatal en un oligopolio privado que de más en más queda bajo el predominio de la AES Corporation.

· La gestión privada ha sido totalmente ineficiente, obligando a la recompra de las quebradas empresas distribuidoras a un precio mayor al que previamente se habían “vendido”. La acciones de EDENORTE- EDESUR Y EDEESTE fueron “vendidas” por el Estado en agosto del 2009 por 321.2 millones de dólares y luego recompradas por la suma de 907 millones de dólares, más del doble del precio de “venta”.

· Si antes de la privatización la confiabilidad del servicio era precaria, en la actualidad la ausencia de ésta es absoluta. Hasta el Palacio Nacional sufre los apagones, mientras las tarifas aumentan y las facturas se disparan a niveles insoportables.

· Por último, más que un marco legal que promoviera el desarrollo del sector y garantizara el interés nacional se creó una ley que fraccionó la corporación en tres sectores y muchas empresas, la que lo convirtió en un escenario de competencia y lucro particular y facilitó el chantaje de los grupos privados metidos en el negocio, con lo cual, de hecho, se ha anulado toda posibilidad de regulación real por parte del Estado.

ALTO A LAS INTENCIONES DE AMPLIAR LA PRIVATIZACIÓN

A pesar de esos pésimos resultados, el Banco Mundial, el FMI, Leonel Fernández y Celso Marranzini quieren seguir imponiendo la idea de que el sistema eléctrico debe ser manejado como un negocio a favor de unos pocos y no como un servicio público eficiente, subordinado al interés social y al derecho a una vida digna para nuestro pueblo. En esa línea privatizadora procuran crear condiciones para traspasar a las corporaciones privadas la transmisión y la generación hidroeléctrica en poder de la CDEE.

A los propósitos privatizadores y a su interés de cobrar apagones y electricidad cara a los sectores de bajos y medianos ingresos, de expulsar del sistema a las familias empobrecidas en extremo y de elitizar el consumo de energía, responden la implantación de la “tarjeta eléctrica” y los cambios de administradores en las EDES impuestos por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM). La intervención extranjera se potenció con esa medida entreguista del gobierno.

DESPRIVATIZAR: CAMBIAR EL MODELO DE PROPIEDAD Y GESTIÓN

Por eso urge crear conciencia nacional para redefinir el sistema eléctrico como servicio público y el suministro de la energía eléctrica como un deber del Estado, a través de un nuevo modelo de propiedad, tecnología y gestión que garantice el cese de los apagones, costos producción bajos, sanidad ambiental y precios accesibles a toda la sociedad. Esto exige:

· Desprivatizar el sector, eliminar los contratos leoninos con las generadoras privadas y nacionalizar progresivamente los negocios relacionados con la generación de energía. Erradicar, en consecuencia, el lucro privado en el manejo de las empresas eléctricas.

· Bajar los costos de operaciones mediante una restructuración tecnológica y administrativa.

· Integrar vertical y horizontalmente el sector (generación, transmisión, distribución y cobro) en un gran consorcio público democráticamente controlado.

· Crear un nuevo modelo de gestión, que preservando el carácter público y social del sector impida el clientelismo y la corrupción, incorporando la contabilidad abierta, la administración por concurso y la co-gestión entre el Estado, los trabajadores y la ciudadanía.

Coordinación Central Movimiento Caamañista (MC)

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